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Ejemplos de actitud y aptitud

Por: UVirtual |

Un buen profesional debe tener buena actitud y buena aptitud. Una buena habilidad para resolver problemas es la aptitud, que te ayudará en la utilización eficiente de los recursos y en tu propia productividad.

 

Sin embargo, sin empatía, compasión y tolerancia, es decir, sin una buena actitud, será difícil poner en práctica dicha aptitud. En este artículo veremos algunos ejemplos de actitud y aptitud para que puedas comprender la diferencia

 

Lectura recomendada: diferencias entre habilidad y aptitud

 

¿Cuál es la diferencia entre aptitud y actitud?

 

La aptitud es el potencial de una persona para hacer ciertas cosas debido a la habilidad innata o al conocimiento y experiencia acumulados. Dado que tiene más que ver con la inteligencia, se puede adquirir y mejorar a través del entrenamiento y la experiencia.

 

Algunos ejemplos de aptitud son la inteligencia emocional, la comunicación asertiva, el trabajo en equipo y la resolución de problemas complejos.

 

La actitud es la forma en que una persona comprende, percibe y responde a determinadas situaciones. Es más un aspecto conductual y se puede mejorar gradualmente mediante la introspección y la automotivación. No se puede cuantificar.

 

Algunos ejemplos de actitud son: Actitud proactiva, actitud positiva o negativa, actitud reactiva, manipuladora, pasiva o integradora. 

 

Varios elementos juegan un papel vital para lograr el éxito, pero todo comienza donde la actitud se encuentra con la aptitud.

 

Si tienes la actitud correcta pero careces de la aptitud necesaria, el éxito puede ser difícil. Por ejemplo:

 

  • La actitud define cómo trabajas o procedes hacia tu objetivo.
  • La aptitud, por otro lado, define cuánto potencial tienes para aprender habilidades específicas o adquirir conocimientos que te ayudarán a lograr tu objetivo.

 

¿Qué es la actitud y cuál es su importancia?

 

La actitud es la clave del éxito porque puede empujar a uno hacia adelante o ralentizarlo. Un ejemplo de actitud correcta significa saber lo que eres capaz de lograr. La ambición, la determinación y el compromiso alimentan la actitud correcta, también conocida como actitud positiva.

 

Un estudio de Leadership IQ reveló que es probable que el 46% de las personas contratadas fracasen en los primeros 12 a 18 meses en el trabajo. La alta tasa de fracaso no se debe a que carezcan de habilidades profesionales o conocimientos, sino a que no poseen la actitud adecuada.

 

La actitud es uno de los factores más importantes para ayudarnos a superar los altibajos de la vida. Dado que la actitud explica cómo se las arregla una persona, cualquier perspectiva que uno tenga tendrá invariablemente un efecto en el desempeño de uno y en la forma en que uno maneja el rechazo.

 

La actitud a menudo tiene prioridad porque la actitud correcta ayuda a influir en otros aspectos como la inteligencia emocional, el liderazgo, el espíritu de equipo, la fraternidad, la empatía, la compasión, que son muy vitales para un funcionario.

 

La capacidad de adaptarse a la cultura y los valores de la empresa u organización es fundamental, lo que exige una actitud positiva para adaptarse.

 

Muchas oportunidades se pierden, se niegan y se pierden debido a la actitud que a cualquier otra causa. Un ejemplo de actitud negativa que puede hacer que un estudiante suspenda un examen, es aquella en donde suele darse por vencido incluso antes de haber comenzado la prueba.

 

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¿Qué es una aptitud?

 

También es necesario enfatizar la importancia de la aptitud. La actitud por sí sola no es suficiente, uno debe estar seguro de haber aprendido las habilidades requeridas.

 

La aptitud es importante ya que proporciona la flexibilidad, la pasión y las habilidades de liderazgo necesarias que pueden hacer o deshacer el cumplimiento de la descripción de su trabajo por parte de un candidato.

 

En un entorno de trabajo en constante cambio, la aptitud es fundamental si se quiere tener éxito. Un ejemplo de la importancia de la aptitud es que el 70% de los empleadores utilizan pruebas de aptitudes profesionales con el objetivo de conocer las denominadas habilidades blandas de los candidatos.

 

Uno de los aspectos más importantes es que la aptitud ayuda a identificar el interés y el área de fuerza central. Una persona puede aprender y desarrollar habilidades para trabajar con sus áreas de fortaleza y tener éxito.

 

Por lo tanto, un enfoque equilibrado es probablemente el mejor. Un ideal es una combinación de experiencia y actitud positiva.

 

Tanto la actitud como la aptitud son importantes, y enfatizar una sobre la otra tiene claras desventajas. 

Ejemplos de actitud laboral: positiva, negativa y neutral

Una actitud laboral positiva implica tener una mentalidad positiva y pensar en el bien mayor, independientemente de cuál sea la situación. Le ayuda a aceptar sus fortalezas y debilidades y mantenerse resistente.

Una actitud positiva es fundamental para el éxito académico y profesional. Cuando alguien tiene una actitud positiva, a menudo muestra confianza, optimismo, felicidad, confiabilidad y flexibilidad.

Por ejemplo, el gerente de Anil le brinda comentarios constructivos sobre su desempeño en un proyecto reciente de alto riesgo. Si Anil tiene una mentalidad positiva, agradecerá a su gerente y trabajará en las áreas que necesitan mejorar.

 

Por el contrario, una actitud laboral negativa impide que las personas miren las cosas con esperanza o felicidad. Es lo opuesto a tener una mentalidad positiva.

 

Muchas veces las personas se enfrentan a circunstancias adversas que les hacen adoptar una actitud negativa ante la vida. Sentirse constantemente negativo puede afectar el bienestar mental y físico de uno.

 

También existe la actitud neutral. Las personas con una actitud laboral neutral suelen permanecer complacientes y satisfechas de sí mismas.

 

Puede medir una actitud neutral al identificar sus diversos síntomas: no mostrar emociones ni reaccionar ante situaciones, dejar que las cosas funcionen por sí solas y ser indiferente a los desafíos.


Si siente que tiene una actitud neutral en el trabajo, intente hacer un cambio de actitud y adopte la positividad.

 

En conclusión, la combinación de buena actitud y aptitud es esencial para el éxito tanto en el ámbito laboral como en la vida en general. La actitud positiva impulsa la motivación, la resiliencia y la capacidad de superar obstáculos, mientras que la aptitud proporciona las habilidades necesarias para llevar a cabo las tareas de manera eficiente.

 

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