¿Cómo afrontar la incertidumbre laboral en tiempos de pandemia?

Por: UVirtual |

Si bien nuestro futuro antes de la pandemia no estaba asegurado, el contexto actual nos viene a enseñar que las variables en juego pueden ser aún más diversas e impredecibles. Realizamos un análisis de cómo podemos aprovechar esta coyuntura para reconfigurarnos, buscar nuevos recursos y salir más fortalecidos como profesionales.

La pandemia y el confinamiento sanitario han originado un claro cuestionamiento de nuestro marco de referencia, desarticulando nuestra manera de concebir el contexto laboral, nuestras creencias, los vínculos y nuestra identidad como seres de trabajo.

Como indica el Dr. Miguel Pérez Fernández, profesor de Psicopatología de la Universidad de Salamanca, el ser humano es un ser de aprendizaje y está diseñado para tener una vida social, es adicto a los hábitos y no soporta “no saber” qué va a pasar. Su vida en estas condiciones depende de situaciones que no puede controlar.

Les presentamos una entrevista realizada al Dr. Miguel Pérez Fernández, director del Master en el Estudio y Prevención de la Violencia de género y de Psicología sanitaria, en la cual comparte reflexiones muy interesantes para lidiar con la incertidumbre en los tiempos de pandemia.

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¿Qué es la incertidumbre?

La incertidumbre no es una emoción en sí, es una situación dada que surge del entorno y sobre la cual no tenemos demasiada injerencia. Sí podemos aspirar a mitigar y controlar las reacciones emocionales en respuesta al nuevo escenario.

El desafío implica incorporar la incertidumbre como parte del “conocer”, arriesgarnos a examinar nuestras rutinas, relaciones y prioridades. La integración entre el riesgo y la oportunidad que nos interpela con fuerza en contextos de crisis, es la base de aquello que funda el desarrollo de caminos más adaptativos y transformadores.

Hemos continuado con nuestras tareas laborales, nos hemos visto exigidos por el trabajo remoto, las plataformas y la interacción con nuestros colegas a través de una cámara. Estos desafíos y los aprendizajes que hemos realizado seguramente, nos sumen nuevas habilidades para nuestro futuro profesional.

Te contamos en este artículo cómo posicionarte para afrontar los cambios en los entornos laborales.

Algunas claves para mejorar tu rutina laboral

  • Conversa honestamente con tus colegas y comparte tus inquietudes y sentimientos para encontrar soluciones conjuntas.

  • Pide una comunicación clara y trasparente acerca de lo que se espera de tu función para alcanzar los objetivos estratégicos de la organización.

  • Solicita las herramientas, formación y recursos adecuados para cumplir en tiempo y forma con tu trabajo.

  • Comunica a tu jerarquía tus expectativas, los obstáculos y las fuentes de motivación para realizar las tareas y cumplir con los plazos de entrega.

  • Propone tomar decisiones de manera consensuada con tu equipo para sentirte protagonista de los desafíos que se presenten.

  • Haz una lista de las tareas pendientes y cúmplelas, así ves el progreso de llegar a las metas.

  • Toma descansos o realiza alguna actividad como cocinar, caminar, hacer gimnasia o estirarte y deja descansar tu cabeza.

  • Si tienes temor e incertidumbre, infórmate por distintas fuentes confiables para tomar decisiones con todas las cartas sobre la mesa.

  • Amplía tu perspectiva, haz el ejercicio de concebir diferentes puntos de vista. No convalides tus creencias con información afín, incorpora nuevas opiniones para nutrirte y fortalecerte. Transforma tus afirmaciones en interrogantes.

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Incertidumbre-laboral

El Dr. Miguel Pérez Fernández, indica que los seres humanos somos “adaptativos” y “adaptadores”, porque somos los únicos seres vivos que creamos el entorno para vivir en distintos medios. Somos más fuertes que el virus.

El mundo laboral y las profesiones están cambiando a pasos acelerados. Tanto las irrupciones tecnológicas como la dinámica del mercado, están llevando a que muchos profesionales empiecen a pensar, independientemente de donde trabajen hoy, en nuevas habilidades a incorporar para destacarse en el futuro. Las empresas están tendiendo a flexibilizar los contratos laborales, de acuerdo a la curva y volumen de producción que requieran. De tal manera que, los trabajadores están siendo impulsados a crear su propia marca profesional, independientemente de las empresas o clientes con los cuales estén relacionados. Asimismo, su compromiso con las organizaciones estará atado a que éstas le garanticen motivación y un propósito claro para ganarse su continuidad en las organizaciones donde pertenecen.

Una nueva encuesta global de Ipsos para el Foro Económico Mundial arroja que el 86% de los adultos encuestados coinciden en el deseo de que el mundo cambie significativamente y se vuelva más sostenible y equitativo, en lugar de volver a ser como era antes del COVID-19.

Algunos consejos para centrarte en ti mismo y diseñar tu estrategia laboral

En este contexto, el cerebro funciona en modo “supervivencia” y puede ser peligroso porque no ayuda a resolver problemas complejos, dado que lleva al ser humano a ser más “reactivo” que “racional”.

  • La atención es uno de los dominios sobre los que se basa el resto de las funciones cognitivas desde la perspectiva de las Neurociencias. Si bien, podrías presuponer que la atención funciona de manera automática, lo cierto es que tú puedes tener el control acerca de cuáles estímulos son relevantes y cuáles no. Si tomas conciencia, podrás comenzar a observar a qué situaciones prestas más atención, qué tiempo le dedicas y en qué sesgo te basas. Puedes analizar si tu atención está en eventos pasados, presentes o futuros. A veces, nos preocupamos por cosas que no sucederán, o invertimos tiempo en cosas que ya sucedieron y no podemos modificar. Centra toda tu atención en el presente.

  • Detente y visualiza los pensamientos que se te presenten en distintos momentos del día, haz un intento de clasificarlos y asígnale una escala de positividad, otra de intensidad y otra de frecuencia.

  • Una vez que hayas hecho estos ejercicios, concéntrate en tus sentimientos. No intentes modificarlos, solo identifícalos, e intenta encontrar el estímulo que lo provoca y de qué manera procesas esa emoción para que tenga ese resultado.

  • Luego construye un mapa mental con tus vínculos laborales. Intenta definir qué es lo que no te hace sentir cómodo con cada uno de ellos y qué podrías cambiar para mejorarlo.

  • Haz un repaso de tus comportamientos cotidianos y e identifica cuáles te hacen sentir placer y cuáles no. Muchos hábitos como el ejercicio son impulsores de bienestar. Dale lugar al “hacer” para descansar del “intelecto”. Habitualmente, el movimiento es disparador de nuevos pensamientos y emociones. La inercia es fuente de sufrimiento. Enfócate en tomar decisiones que den respuestas a lo que realmente quieres.

  • Intenta hacer una retrospectiva de alguna situación traumática que hayas atravesado y visibiliza cómo pudiste transitarla en el proceso de acomodamiento y restitución. Parte de ese punto para pensarte como una persona capaz de tener flexibilidad cognitiva y enfrentar nuevos desafíos.

  • Por último, toma un café contigo mismo para tener un diálogo cálido, con todas tus voces y da lugar a aquello que puedes lograr y te haga sentir inspiración, placer y bienestar. También interrógate acerca de qué te genera tu trabajo: ¿Qué entorno quieres tener? ¿Qué te motiva? ¿Qué quieres aprender para hacer lo que te gusta? Traza un plan de acción de tu deseo profesional con objetivos claros y dedícale un tiempo en el día para avanzar en esa dirección.

Facundo Manes, neurólogo y divulgador científico, afirma que la educación protege al cerebro. Brinda herramientas para navegar con confianza, decidir libremente y movilizar recursos cognitivos, emocionales y sociales para tomar decisiones más acertadas y afines a nosotros mismos.

El filósofo y sociólogo francés Edgar Morín propone utilizar el pensamiento complejo para incorporar el “principio de incertidumbre” a nuestra perspectiva del conocer y educar, que en situaciones regulares implica una tendencia a reducir o naturalizar la realidad. Esa tendencia racionalizadora, que propone teorías unificadoras y verdades absolutas, nos impide reconocer la imposibilidad de eliminar la incertidumbre, la contradicción y lo irreductible de la vida. En pocas palabras, el confinamiento físico debería favorecer el des-confinamiento de los espíritus.

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