[Video] Claves para la gestión de emociones en home office

Por: UVirtual |

El teletrabajo, conocido también como home office, se ha convertido en uno de los protagonistas de la pandemia de Covid-19. Las medidas sanitarias de confinamiento y distanciamiento establecidas a nivel mundial, nos obligaron a trabajar desde nuestras casas, la mayor parte del tiempo. En esta entrevista, un experto en gestión de emociones nos da consejos para superar con éxito el miedo y la incertidumbre que puede causar el trabajo desde casa.

Home office y emociones: una relación necesaria

Quizás, para muchas personas se trataba de la primera vez, mientras que para otras era algo habitual, aunque no un estado permanente. En este sentido, las organizaciones y empresas se vieron interpeladas en su labor y gestión de sus equipos. Desde esta lógica, es fundamental considerar, en el marco de esa gestión organizacional, el plano de lo emocional.

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Tal como lo expresa el doctor argentino Daniel López Rosetti -quien se dedica especialmente a la medicina del estrés- la emoción no es un concepto unidimensional, sino que involucra componentes físicos y biológicos que se vinculan con las funciones cerebrales.

Por otro lado, si se consideran los aportes de Howard Gardner y Daniel Goleman -quienes se han dedicado a estudiar el tema en profundidad- es posible concebir a la inteligencia emocional como aquella capacidad para reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás.

En esta línea, el home office nos envolvió en una realidad a la que no estábamos acostumbrados, y con las pantallas de por medio, se volvió un desafío salir de ese “modo máquina” y atender a nuestras emociones y sentimientos. Algo que generalmente nadie nos enseña y debemos aprender a autorregular solos.

En diálogo con Javier Villa -psicólogo, consultor organizacional y educativo con una basta trayectoria en coaching, fortalecimiento de equipos y relaciones humanas- comentó Se habla mucho de recursos humanos, sin embargo, la persona no es un recurso, es el elemento más valioso de toda entidad”. Afirmó también que “la emoción es el motor que nos mueve a hacer todo”.

Te invitamos a ver la entrevista completa:

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Alternativas a la gestión de emociones en el teletrabajo

Si se piensa en las dificultades que trajo consigo la instalación casi permanente del teletrabajo, es necesario considerar la variable del aislamiento. Desde este punto de vista, Villa sostiene como una debilidad el tema de la esfera social en el trabajo remoto, entendiendo que los humanos somos seres sociales por excelencia y, en este contexto, hemos estado trabajando en soledad.

A su vez, es necesario abordar la variación de los horarios, como un factor a considerar, así como también el exceso de compañía, a la que antes no estábamos acostumbrados, por no pasar todo el día en el hogar, con familiares o grupos de convivencia.

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10 claves para la gestión de las emociones en home office

A la luz de lo expuesto y considerando que estamos viviendo un momento excepcional a nivel mundial, regional y local, se podrían enumerar algunas claves para gestionar las emociones en el home office:

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  1. Crear rutinas: Se trata de mantener un ordenamiento, pero con la posibilidad de que sea flexible, para no generar monotonía, aburrimiento, rigidez y poder modificar esas rutinas cuando sea necesario, en distintos períodos. Javier Villa también destaca que es necesario que los miembros de la familia conozcan esas rutinas y horarios, para que sepan en qué momentos se está ocupado y no se puede atender a la dinámica familiar y del hogar. También es importante cambiarse de vestimenta, no permanecer todo el día en pijama o con la ropa de dormir; eso nos ayuda a situarnos en espacio y tiempo.

  2. Construir metas: Fijarse plazos, establecer fecha y hora a cada una de las tareas pendientes, de modo que nuestra cabeza no esté sobrecargada de información todo el tiempo.

  3. Fortalecer el liderazgo estratégico: Quienes ejercer el liderazgo en las organizaciones, tienen el enorme desafío y la responsabilidad de acompañar a los colaboradores de sus equipos. Esto implica diseñar en conjunto los objetivos de trabajo para un determinado período, estar atentos a sus necesidades, sentimientos y emociones. Tal como lo sostiene Daniel Goleman “El liderazgo no es sinónimo de dominación, sino el arte de convencer a la gente de que colabore para alcanzar un objetivo común”. También, es este punto es fundamental el apoyo y la motivación entre colegas, pares de un equipo. En definitiva, se trata de poner en juego la empatía. De este modo, se mantiene el entusiasmo, las ganas de seguir adelante en un proyecto compartido, especialmente, en esos días en los que la energía y el ánimo están un poco más debilitados.

  4. Mantener una vida sana: Para sobrellevar el estrés, la frustración, el confinamiento, es esencial hacer actividad física, tener una alimentación equilibrada y descansar bien. Es muy importante respetar las comidas a lo largo del día, no dejarlas pasar. A veces, en la vorágine de estar trabajando en el mismo lugar donde se duerme, se come o se sostienen vínculos afectivos, nos olvidamos de lo fundamental de una buena alimentación, en los tiempos adecuados.

  5. Realizar pausas: En línea con el tópico anterior, es central poder tomarse pequeños recreos, autoadministrarlos, saber cuándo parar. Levantarse, moverse, caminar por donde se pueda, estirar el cuerpo, las extremidades. Estar en una misma postura por un largo tiempo, puede ocasionarnos daños en la columna, vértebras y en todo el cuerpo en general.

  6. Sostener y afianzar vínculos: Darse tiempo para el contacto con seres queridos, mantenerse en comunicación con ellos, aunque sea a través de una pantalla.

  7. Superar la incertidumbre y el miedo: No invertir energía en pensar en situaciones angustiantes, descansar de las noticias sobre la pandemia, la economía, la política, la inseguridad, etc. Tratar de mantener un pensamiento positivo.

  8. Compartir emociones y sentimientos con el equipo de trabajo: Contar lo que nos pasa, animarse a hablar sobre cuestiones personales, sobre cómo se vive el teletrabajo, cómo nos sentimos en este momento tan particular, etc.

  9. Generar momentos recreativos con colegas de trabajo: Abrir espacios para hacer otras cosas fuera de lo laboral; por ejemplo, compartir algún juego, dinámica de relajación, actividades que no tengan que ver con el trabajo en sí, y que nos conecten como personas.

  10. Considerar esta experiencia como aprendizaje para la vida: Probablemente, en este tiempo de home office hayamos aprendido muchas cosas. Algunas de las cuales quizás ni siquiera somos conscientes. Pero sin dudas, hemos fortalecido habilidades de autogestión, flexibilidad, comunicación, resolución de problemas que nos servirán a futuro para lograr muchos propósitos. Reconocerla como una experiencia de aprendizaje, nos permitirá extraer de ella aportes muy enriquecedores para nuestra profesión, porque como lo dijo Eric Hoffer “En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”.

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Desafíos y oportunidades de mejora

En síntesis, esta modalidad de trabajo remoto ha irrumpido con un gran desafío que seguramente persistirá por mucho tiempo: el de lograr un balance equilibrado entre trabajo y vida, o dicho de otro modo, el de encontrar los límites entre la casa y lo laboral. Parte de ese desafío nos enseña a conocernos más como personas y a lograr una autogestión y una inteligencia emocional que seguramente podremos enriquecer y capitalizar a futuro. Ojalá que este sea un tiempo memorable, porque tal como afirma López Rosetti la emoción y la memoria se cruzan frecuentemente en los interminables caminos de nuestro cerebro”.

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