Desde su debut en 1969 cuando Simon Herbert introdujo el modelo en la Ciencia de lo Artificial, Design Thinking ha revolucionado las formas de hacer negocio, los sistemas educativos, los procesos de innovación, el diseño industrial de productos y servicios y la mentalidad humana. En este artículo te ponemos al tanto de las etapas del design thinking aplicado al diseño de productos y las herramientas que pueden ayudarte a aplicarlas.
Una de las razones de la popularidad del design thinking es que está centrado en el ser humano, lo que coloca a los usuarios y clientes en el centro de la creación para comprender sus problemas, lo que hace que los productos y servicios sean más fáciles de usar.
El Design Thinking puede parecer sólo una herramienta, pero no es así. Design Thinking es más una mentalidad o un proceso con varias etapas diferentes, y cada etapa puede ser respaldada con diferentes herramientas para ayudar en el proceso de comprensión y diseño.
El pensamiento de diseño se puede aplicar a cualquier esfuerzo de desarrollo de productos de calidad o procesos, y consta de cinco pasos. El proceso de cinco pasos fue creado por Tim Brown e IDEO e incluye:
- Empatizar: este es un paso que debe permanecer al frente y al centro durante todo el proceso de diseño. Comprende qué es importante para los usuarios e identifica si estás creando productos útiles para ellos, descubre qué valoran y qué problemas están tratando de resolver.
- Definir: una vez que tú y tu equipo se han sumergido en el paso de empatía y les hayan preguntado a sus clientes qué valoran y qué problemas están tratando de resolver, pueden obtener una definición más clara de lo que debe suceder durante el proceso.
- Idear: este es el paso que es más fácil para los equipos y las partes interesadas antes de dedicar el tiempo necesario a los dos primeros pasos. Una vez que conozcas a tus usuarios y hayas definido qué problemas debes resolver o qué valor debes brindarles, puedes idear o comenzar a encontrar posibles soluciones. De lo contrario, desarrollarás soluciones basadas en tus propias preferencias frente al punto de vista de los usuarios.
- Prototipar: ahora estas listo para hacer esas ideas más tangibles. Los prototipos son diseños de baja fidelidad creados con el propósito de probarlos con los usuarios. Y el hecho de que haya "diseños" no significa que tengan que ser muy creativos o con una estética hermosa. De hecho, cuanto menos perfecto, mejor. De lo contrario, tú y tu equipo perderán demasiado tiempo antes de presentar un prototipo frente a la gente.
- Probar: los prototipos son para pruebas, y probar esos prototipos garantizará que te involucres con tus clientes y comprendas lo que necesitan o desean antes de que tú y su equipo creen el producto incorrecto. Cuesta mucho más saltar a una solución en la fase de ideación y construir el producto incorrecto (o implementar un proceso errante) que reservar tiempo para la creación de prototipos y pruebas.
Herramientas para el desarrollo de de productos
Teniendo en cuenta las etapas del modelo, hemos recopilado algunas de las mejores herramientas de Design Thinking para ayudarte a crear valor real para tus clientes y usuarios.
- Empatiza: Typeform, Zoom
- Definir: Smaply, Userforge, MakeMyPersona
- Diseñar: SessionLab, Stormboard, IdeaFlip
- Modelo real: Boords, Mockingbird
- Prueba: UserTesting, HotJar, PingPong
- Para el proceso completo : Sprintbase, InVision, Mural, Miro
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¿Estás listo para probar el pensamiento de diseño? Recuerda, implica una mentalidad centrada en el ser humano, por lo que es posible dar incluso pequeños pasos para que tu equipo comience a pensar y experimentar desde esta perspectiva de la innovación de productos. Los usuarios no solo se beneficiarán del design thinking, sino que tú estarás más motivado por tu trabajo a medida que conectas lo que está haciendo con las personas que se beneficiarán.