Un número cada vez mayor de informes indica la eficacia del entrenamiento con simuladores médicos en la educación de profesionales de salud de anestesiología o dedicados al bloqueo nervioso. La educación mediante simuladores médicos ayuda a los alumnos a adquirir habilidades clínicas en un entorno de aprendizaje seguro sin poner en riesgo a pacientes reales.
Los simuladores médicos son una útil herramienta que permite a los médicos obtener conocimientos clínicos y habilidades, tanto técnicas como no técnicas. Los entornos basados en simuladores médicos brindan la valiosa oportunidad de evaluar el desempeño de los profesionales en escenarios ficticios, cuyo objetivo es la mejora de los resultados con el paciente.
Se trata de una técnica para reemplazar o ampliar las experiencias de pacientes reales con experiencias guiadas. Se utilizan varios tipos de simuladores para capacitar y evaluar el desarrollo de habilidades en salud en los alumnos.
Estos incluyen simuladores médicos de maniquí, modelos de animales o cadáveres humanos, simulación basada en computadora, simulación háptica y/o virtual, así como simuladores médicos con pacientes estandarizados.
Los simuladores médicos han sido una parte aceptada de la capacitación, la evaluación y la investigación en organizaciones de alta confiabilidad, como la aviación, la energía nuclear y el ejército. La atención médica ha adoptado la simulación de estos campos con el fin de capacitar a los proveedores de atención médica.
El aprendizaje basado en simuladores médicos se ha utilizado para acortar la brecha que existe entre el entorno de aprendizaje y el entorno clínico real. Se han desarrollado muchos instructores de habilidades para actualizar el sitio clínico real, especialmente para médicos novatos.
La utilización de simuladores médicos tiene muchas ventajas para la educación en salud:
Además de la tendencia a reducir las horas de formación y la exposición clínica, la simulación médica ha ganado importancia en la educación médica basada en el diagnóstico por imagen, porque se percibe la necesidad de una mayor responsabilidad ante la salud pública y un énfasis cada vez mayor en la seguridad del paciente.
Por lo tanto, la educación médica debe seguir la tendencia del aprendizaje individual basado en resultados, basado en competencias y para lograr estos objetivos.
Muchas de las habilidades requeridas en la práctica de la anestesia, como el dominio de bloqueos regionales, deben adquirirse mediante ejercicios y experiencias en lugar de conferencias tradicionales.
La simulación médica ha crecido significativamente en todo el mundo en la educación médica, y la educación médica basada en la simulación es ahora una parte muy importante de los programas de formación en anestesia.
Otra aplicación de los simuladores médicos en la educación en anestesia es la evaluación de habilidades y competencias. Brindar la oportunidad de evaluar el desempeño clínico en un entorno programado, estructurado y estandarizado junto con la evaluación basada en simulación puede tener el potencial de ser una valiosa adición a los protocolos de examen teórico existentes en la formación de profesionales.
Por lo tanto, las habilidades de simulación adquiridas deben mantenerse mediante la práctica repetitiva, la retroalimentación constructiva y la evaluación concreta.
La simulación tiene el potencial de promover un nuevo paradigma en comparación con las herramientas educativas tradicionales.
Se pueden enseñar habilidades técnicas y habilidades no técnicas a los profesionales de anestesiología a través de un programa de maestría en ciencias de la salud apoyado de simuladores médicos. Estos programas serían beneficiosos para capacitar a los equipos de anestesia que trabajan en la práctica clínica.