Todos hemos experimentado dolor, pero a pesar de ser uno de los síntomas más comunes por los que las personas buscan ayuda médica, también es uno de los más incomprendidos y tratados de manera ineficaz.
Parte de la razón es que la experiencia de una persona del mismo evento doloroso puede ser significativamente diferente de la de otra. En este artículo, te ayudaremos a identificar los tipos de dolor más comunes y ofrecemos algunas sugerencias sobre el mejor tipo de tratamiento. Porque no existe un enfoque único para todos.
El dolor es un término general que describe cualquier tipo de sensación desagradable o incómoda en el cuerpo.
Hay muchos tipos y causas de dolor, y estos se pueden agrupar en ocho categorías diferentes para ayudar con el manejo del dolor:
Para ayudarte a aprender más sobre los tipos de dolor, te invitamos a resolver el siguiente test:
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Hay muchos tipos diferentes de medicamentos para aliviar el dolor y cada clase funciona de una manera ligeramente diferente. La mayoría de los medicamentos se pueden agrupar en uno de los siguientes:
La elección de la medicación analgésica se reduce a su eficacia para cada tipo de dolor y la probabilidad de efectos secundarios en esa persona en particular.
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Una vez que se inicia un analgésico, se debe monitorear su efectividad y efectos secundarios y se debe modificar la dosis o la elección del tratamiento si el dolor cambia o la elección se considera inadecuada o ineficaz.
Algunos tipos de dolor (como el dolor relacionado con el cáncer) tienen un curso impredecible que puede variar drásticamente en gravedad y duración, según el tipo de tratamiento y la progresión de la enfermedad. El manejo del dolor debe tener cierta flexibilidad para tener en cuenta esto.
Algunas personas tendrán más de un tipo de dolor. Cambiar el método de administración de los analgésicos puede mejorar su eficacia; por ejemplo, cambiar de un tratamiento oral a un parche o una bomba de dolor subcutánea.
Tradicionalmente, la mayoría de los expertos han recomendado un enfoque gradual para el tratamiento del dolor, comenzando con acetaminofén o AINE, luego progresando a un opioide débil (como codeína, dihidrocodeína o tramadol), antes de cambiar a un opioide fuerte (como fentanilo, morfina, oxicodona).
Sin embargo, esta "Escalera del dolor" se desarrolló en 1986, y otros medicamentos que no son analgésicos también pueden ser eficaces para aliviar el dolor. Además, los opioides solo deben usarse para ciertos tipos de dolor, debido a su riesgo de adicción. Hoy en día, se puede usar una escalera de manejo del dolor de tres pasos modificada, que siempre debe tener en cuenta el tipo de dolor.
Manejo del dolor para tipos específicos de dolor
Algunos medicamentos se consideran mejores para algunos tipos de dolor en comparación con otros, aunque factores como la causa del dolor, la genética, los medicamentos o suplementos que interactúan, así como las condiciones coexistentes, pueden afectar la eficacia de un medicamento. Las posibles opciones de tratamiento para diferentes tipos de dolor son: