Las mujeres pueden experimentar ciertos desafíos biológicos, ambientales y psicosociales relacionados con el género, y estas preocupaciones pueden tener un impacto significativo en la salud mental y el bienestar. Estos problemas, y muchos otros, a menudo se pueden abordar en psicoterapia con la ayuda de un profesional de la salud mental.
Durante las últimas décadas, mujeres y niñas de diversas etnias, clases sociales, orientaciones sexuales y experiencias de vida se han enfrentado a cambios dramáticos y complejos en la educación, la salud, el trabajo, los roles reproductivos y de cuidado y las relaciones personales. Aunque muchos de estos cambios han tenido como resultado una mayor igualdad, oportunidades y calidad de vida, las niñas y las mujeres también corren riesgo de sufrir una variedad de problemas de salud y tensiones vitales.
Los factores estresantes en las vidas de mujeres y niñas incluyen victimización y violencia interpersonal, imágenes de niñas y mujeres poco realistas en los medios, discriminación y opresión, devaluación, recursos económicos limitados, sobrecarga de roles, rupturas de relaciones e inequidades laborales.
Es claro que las consecuencias de la violencia directas e indirectas, a corto, a mediano y largo plazo de la violencia sexual, denotan la importancia de la atención psicológica.
Todo ello conlleva a la necesidad de contar con profesionales que dominen el modelo de abordaje que nos permita tener una guía de tratamiento posterior a la intervención en crisis que se brinda a la víctima, justamente después de haberse presentado el evento o bien los síntomas. El modelo de abordaje psicoterapéutico para mujeres víctimas de violencia nos trabajar con la principal sintomatología que deviene del ser víctima de violencia, para disminuirla e idealmente erradicarla, tendiendo al restablecimiento de la estabilidad emocional.
Las principales habilidades identificadas en el Estudio de empleabilidad para profesionales con postgrado, sugieren que muchos profesionales deberían buscar desarrollar sus habilidades blandas para mejorar las oportunidades laborales. Por otro lado, con ayuda de varios expertos en el rubro, detallamos los conocimientos y habilidades técnicas cada vez más importantes en el ámbito de la psicoterapia para mujeres.
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El psicólogo también debe poseer o desarrollar el siguiente repertorio de conocimientos:
Las consecuencias psicológicas del maltrato son en ocasiones más graves que sus efectos físicos. La experiencia de abuso continuo erosiona la autoestima de las mujeres y aumenta el riesgo de una variedad de problemas de salud mental, como depresión, ansiedad, fobias, trastorno de estrés postraumático, suicidio, autolesiones, cortes, abuso de alcohol y drogas, y otras formas angustia.
Los psicólogos participan activamente en la evaluación psicológica, la evaluación de riesgos y el apoyo a mujeres que han sido víctimas de violencia de género.
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