La Psicoterapia dialytica es un método de psicoterapia de orientación psicoanalítica creado a principios de los 70 por el Psicólogo, Antropólogo y Psicoanalista español Dr. Luis Cencillo Ramirez.
El enfoque dialytico‐relacional es básica la base antropológica por dos motivos: el primero es aquel que se relaciona con determinados universales del ser humano, que tienen que ver con cómo se relaciona consigo mismo y con los demás. En segundo término, y en consonancia con las concepciones actuales de antropología, porque permite la hominización como un proceso de saltos y equilibrios puntuados dentro de una teoría de sistemas dinámicos no lineales.
El término dialysis vino a oponerlo al análisis porque este último implicaba la observación del paciente como objeto pasivo. En el proceso dialytico en cambio el paciente es un ente más dinámico y toda la información que el terapeuta obtiene de su caso le es devuelta drenada o dializada.
Actualmente la psicoterapia psicodialytica es ejercida por múltitud de psicoterapeutas que la aplican en terapias individuales, de grupo y de pareja.
El propio concepto de dialysis en el que se sustenta esta terapia nos muestra etimológicamente una diferencia crucial entre el análisis que realizan la gran mayoría de las terapias y psicoterpias actuales -que se basan en la observación fría de determinados factores-, y la dialysis, que se fundamenta en la observación y devolución drenada al paciente (entendido como sistema, como un todo) de esos elementos que previamente han sido analizados. Y aquí es donde reside su fuerza fundamental, ya que los pilares de la propia terapia son completamente distintos a las terapias y psicoterapias tradicionales. Además, hay que añadirle el hecho de que la terapia se ejerce desde un punto de vista antropológico, es decir, desde el estudio minucioso y pormenorizado de la vida de un ser humano.
Algunas claves para comprender y aplicar este método son:
La actitud es acciónHistóricamente se le ha dado importancia prioritaria a la abstinencia, neutralidad y anonimato del terapeuta como el eje básico de la actitud del terapeuta y como aliado técnico. Sin embargo corrientes actuales del psicoanálisis, pendientes también de cómo el paciente recibe esto del terapeuta, son críticas con tal postura, puesto que creen más enriquecedora la perspectiva de un analista más activo, empático y dialogante.
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Vida InconscienteLa interpretación de los sueños prioriza la búsqueda de un contenido latente reprimido detrás del sueñ. La fantasía y el fantaseo pueden verse como combinaciones inconscientes de cosas vividas y oídas. Desde esta misma perspectiva el sueño queda limitado al trabajo de transformación (condensación y desplazamiento) de un material que procede de algún modo de lo vivenciado y que por tanto es reproducido, recordado el sueño, dando lugar a representaciones más complejas de carácter simbólico. La interpretación de los sueños es componente esencial de la terapia propuesta por Cencillo.
Te recomendamos el libro: Los sueños y sus verdades, de Luis Cencillo
Índices dinámicos de la salud psíquica
La salud psicológica es una realidad humana densa en parámetros y compleja en sus procesos, pero puede percibirse como una unidad que irradia en todas direcciones y se caracteriza por el sentimiento de estar bien. La salud se concreta en una serie indicativos articulados, que forman una totalidad de elementos convergentes, que corresponden a cuatro campos de significación: Emocional, práctico, cenestésico y existencial, que describen los índices de salud de forma objetiva y observable.
De esta forma, la salud mental según Luis Cencillo es una realidad densa en parámetros y compleja en sus procesos.
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Finalidad de la psicoterapia
En algunas obras, dentro de una visión más amplia, Cencillo propone que la terapia de orientación psicoanalítica ha de cumplir la triple finalidad de:
Asimismo, dentro de la psicoterapia dialytica no se emplea el término “curación” si no como una metáfora (debido a que este término es puramente médico) de una asistencia inductiva y de apoyo a los procesos de transformación y conducta, de la personalidad y sus estructuras y de la asunción e identificación del paciente en sí mismo, esto es, terapia en su sentido etimológico therapeía, que significa “servicio”, “sostener” y “apoyar”. Por ello, la psicoterapia no interviene, si no que asiste; no es dirigista, sino que reconduce las energías y la personalidad del paciente; así, maneja todo lo perteneciente a la relación terápica. En palabras de Cencillo: [...] no se trata de “curar”, ni de “desahogarse”, ni de “modificar la conducta”, ni, simplemente, de “conocer” o “explorar el Inconsciente”; se trata de apoyar y estimular al paciente (como el muro de un frontón “apoya” los tiros del jugador) para que vivenciando su realidad total (en cuanto sea posible) o “profunda” y radical, se asuma, se restructure, reorganice su dinámica pulsional e integre su personalidad en función de su identidad y de la realidad de su entorno cambiante.
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