Existen múltiples definiciones de abandono y adherencia en psicoterapia, lo cual constituye un primer problema en su estudio. Sin embargo, hay coincidencia respecto de la comprensión del abandono como una interrupción del tratamiento antes de alcanzar los objetivos terapéuticos propuestos. En este artículo, damos algunas herramientas e ideas a los profesionales de la psicoterapia para potenciar la adherencia de los pacientes a sus tratamientos.
En algunos estudios se ha definido el abandono terapéutico como la terminación unilateral del tratamiento, mientras que la adherencia ha sido entendida en psicología humana como el seguimiento del tratamiento hasta una terminación acordada entre terapeuta y paciente.
La baja adherencia a la psicoterapia constituye un tema relevante a estudiar, dada su alta prevalencia y sus repercusiones sobre la efectividad de los tratamientos psicológicos en pacientes con problemas de salud mental.
Diversos estudios poblacionales estiman que en contextos clínicos entre un 30 y un 50% de los ingresados para ser tratados o bien no comienzan el tratamiento o lo abandonan (Bados, Balaguer & Saldaña, 2007; Killaspy et al., 2000; Macharia, Leon, Rowe, Stephenson & Haynes, 1992).
Otros estudios mencionan que entre un 30 y un 60% de los pacientes termina anticipadamente sus procesos de intervención psicológica (Berghofer, Schmidl, Rudas, Steiner & Schmitz, 2002; Lambert, 2004), con un promedio de abandono de 46,8% (Wierzbicki & Pekarik, 1993) y un número promedio aproximado de seis sesiones (Lambert, 2004).
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En psicoterapia, existen distintas corrientes. Normalmente, cada uno de los profesionales está adscritos a una de ellas, por ejemplo, la cognitiva-conductual. Sin embargo, diseñar un tratamiento significa tener en cuenta las peculiaridades de cada paciente y analizar los motivos por los que dejan la terapia.
Entrevista clínica
La entrevista clínica en psicología e incluso para los psiquiatras tiene como objetivo generar un diagnóstico y un proyecto terapéutico, como sucede en cualquier área de la medicina. Tal proyecto puede incluir psicoterapia como técnica específica; en ese caso el propio médico podrá ejercer tal práctica o derivar el paciente a otro profesional.
También puede incluir intervenciones de perfil psicoterapéutico en su entrevista clínica adaptándolas a cada persona, proceso y ámbito de desempeño. Tal aspecto implica diferencias entre consultas clínicas de buena calidad y otras de menor jerarquía, y este es el punto que pretendo resaltar en esta comunicación.
Mindfulness
Mindfulness es una técnica de meditación que consiste en observar la realidad en el momento presente, sin intenciones de juzgar y con plena apertura y aceptación. Existen terapias que usan Mindfulness y psicoterapia dentro de su estructura y sus programas, tales como como la Terapia Dialéctico-Conductual y la Reducción del Estrés basada en Mindfulness.
El Mindfulness ha demostrado utilidad en una variedad de trastornos mentales y físicos como estrés, depresión, trastornos de ansiedad, trastornos de conducta alimentaria, dolor, cuadros emocionales vinculados a cáncer, etcétera. La práctica de Mindfulness también ha demostrado efectos positivos en la relación terapéutica y la obtención de habilidades importantes para una buena práctica psicoterapéutica.
Empatía
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La empatía es la capacidad de comprender a las personas desde su propio marco de referencia en vez del correspondiente al terapeuta y, por otro lado, saber comunicar a la persona interesada esta comprensión. La empatía implica en primer lugar entrar en el marco de referencia del cliente y comprender sus sentimientos, percepciones y acciones; es decir, ver las cosas no como son “objetivamente” o como las vería uno mismo de estar en el lugar del cliente, sino tal como el cliente las experimenta.
En segundo lugar, es preciso comunicar al paciente la comprensión de los sentimientos y significados que expresa de modo manifiesto o latente. Ahora bien, lo importante es que el paciente llegue a sentirse comprendido.
La empatía, en su nivel más alto, implica no sólo comprender los pensamientos y sentimientos expresados por el cliente, sino también captar las implicaciones emocionales, cognitivas y conductuales que aquellos tienen en su vida. Es lo que se ha definido como comprender el significado más allá de lo que el paciente expresa.
Terapias de grupo
La mayoría de las veces, estas situaciones están asociadas a metas, objetivos o demandas que el paciente no logra cumplir, también a situaciones familiares o también a los mismos síntomas, que funcionan como elementos estresantes para el paciente. Detectando estos elementos, se puede trabajar para resignificarlos y diseñar junto al paciente estrategias y herramientas para afrontar dichas situaciones de una manera más satisfactoria.
En este punto es necesario introducir el trabajo con el grupo familiar, estableciendo un buen vínculo con éste para poder incluirlos dentro de la alianza terapéutica, ya que para ellos también es necesario entender qué ocurre con el paciente. Esto se logra mediante encuentros con el grupo familiar en donde también participa el paciente.