El sobrepeso y la obesidad no son solo un tema estético ni una cuestión de voluntad. Se trata de un problema de salud pública global con causas multifactoriales: genéticas, ambientales, sociales, económicas y psicológicas. El abordaje clínico debe ser integral, adaptado a cada paciente, y sostenido en el tiempo. En este escenario, los equipos de salud tienen un rol clave como agentes de cambio, capaces de acompañar sin juzgar y de intervenir con estrategias personalizadas y efectivas.
Sobrepeso, obesidad y estigmatismo social
El sobrepeso y la obesidad han dejado de ser meros indicadores estéticos para convertirse en problemas de salud pública de magnitud global. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2023, más de 1.900 millones de adultos en el mundo tenían sobrepeso, y de ellos, 650 millones vivían con obesidad. En Bolivia, el Ministerio de Salud y Deportes informó que casi el 70% de la población adulta tiene exceso de peso. Se trata de una condición que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, trastornos osteoarticulares y algunos tipos de cáncer, además de tener impacto en la salud mental y la calidad de vida. Frente a este panorama, el rol clínico cobra una relevancia central, no solo desde la prevención sino desde la implementación de estrategias efectivas, sostenibles y centradas en el paciente.
El abordaje del sobrepeso y la obesidad debe ir más allá de la indicación de “comer mejor” o “moverse más”. Se trata de condiciones crónicas, complejas y multifactoriales que requieren un enfoque integral, interdisciplinario y personalizado. La atención clínica implica identificar causas, evaluar riesgos y diseñar intervenciones adaptadas a las características físicas, psicológicas y sociales de cada paciente. La evidencia demuestra que las estrategias más efectivas son aquellas que combinan distintos enfoques sostenidos en el tiempo, con acompañamiento profesional y objetivos realistas.
4 estrategias clínicas con respaldo científico
1. Intervención nutricional personalizada
No existe una dieta universal para tratar la obesidad. Las guías actuales recomiendan planes alimentarios personalizados, diseñados según el perfil metabólico, los hábitos, las preferencias culturales y las comorbilidades de cada paciente. El foco está en lograr un déficit calórico moderado y sostenible, mejorar la calidad de la alimentación y promover una relación saludable con la comida. Dietas mediterráneas, DASH o con bajo índice glucémico han demostrado buenos resultados en estudios clínicos.
2. Terapia cognitivo-conductual (TCC)
La obesidad muchas veces está relacionada con patrones de pensamiento disfuncionales, baja autoestima o conductas de alimentación emocional. La TCC permite identificar y modificar esos patrones, establecer metas realistas, fomentar la autoeficacia y prevenir recaídas. Diversos estudios confirman que los programas que incluyen TCC logran mejores tasas de adherencia y mantenimiento del peso perdido a largo plazo.
3. Prescripción de ejercicio físico supervisado
El aumento de la actividad física es uno de los pilares del tratamiento. Más allá del gasto calórico, el ejercicio mejora la sensibilidad a la insulina, regula el apetito, fortalece la masa muscular y reduce el riesgo cardiovascular. Se recomienda combinar actividades aeróbicas con ejercicios de fuerza, ajustados al estado físico inicial y bajo control profesional, para asegurar adherencia y evitar lesiones.
4. Uso racional de fármacos
En algunos casos, especialmente cuando el sobrepeso genera complicaciones o impide cambios sostenidos, puede recurrirse a la farmacoterapia. Medicamentos como el orlistat, liraglutida o naltrexona-bupropión deben prescribirse bajo control médico y como parte de un abordaje integral. Nunca reemplazan los cambios en el estilo de vida, pero pueden funcionar como facilitadores en determinados contextos clínicos.
Una demanda profesional que exige especialización
La complejidad del sobrepeso y la obesidad ha generado una creciente demanda de profesionales especializados. Médicos clínicos, endocrinólogos, nutricionistas, psicólogos, kinesiológos, psiquiatras y educadores en salud integran los equipos necesarios para ofrecer un tratamiento efectivo.
En UVirtual te ofrecemos la posibilidad de comprender los determinantes sociales de la salud, el impacto de los discursos sobre el cuerpo, el rol de los medios de comunicación y las herramientas clínicas para generar cambios sostenibles, a través de un Programa Avanzado en Estrategias Clínicas para el Manejo del Sobrepeso y la Obesidad.
El tratamiento empieza por un buen enfoque
Las estrategias clínicas efectivas parten de abandonar el paradigma centrado en el peso como único indicador de salud. Hoy se promueven abordajes que integren la alimentación saludable, el movimiento placentero, el acompañamiento psicológico, la educación en salud y, cuando es necesario, el uso de medicación o intervenciones quirúrgicas.
El manejo del sobrepeso y la obesidad debe dejar de estar centrado en la culpa y el número de la balanza, para dar lugar a una clínica del cuidado. Eso incluye validar la historia de cada paciente, construir objetivos realistas, priorizar la salud integral y trabajar desde la confianza. La formación continua, el trabajo en equipo y la mirada inclusiva son las claves para ofrecer intervenciones que realmente mejoren la vida de las personas. Porque no se trata solo de bajar kilos: se trata de sumar salud.