A la hora de realizar una evaluación del dolor del paciente es necesario conocer herramientas para valorar el dolor. En la actualidad las escalas del dolor son la mejor forma de evaluar a un paciente y en este artículo vamos a explicar los tipos y uso de las escalas de valoración del dolor.
Las escalas de dolor son herramientas para valorar el dolor que utilizan los proveedores de atención médica para definir mejor la intensidad de malestar de una persona. Hay varias escalas de valoración del dolor bien diseñadas que tienen varios beneficios. Por ejemplo, mientras que algunos implican calificar la intensidad del dolor, otros brindan a los pacientes un medio para caracterizar su dolor (p. ej., punzadas o apretones).
Los resultados de las herramientas para valorar el dolor pueden ayudar a guiar el proceso de diagnóstico, rastrear la progresión de una afección y determinar qué tan efectivo es un tratamiento.
Todas las herramientas para valorar el dolor ayudan a mejorar la comunicación entre los proveedores de atención médica y los pacientes.
Este artículo explica las diferentes herramientas para valorar el dolor y escalas que utilizan los proveedores de atención médica para ayudar a los pacientes a comunicar sus niveles de dolor.
Actualmente se utilizan al menos 10 herramientas para valorar el dolor. Por lo general, se dividen en una de tres categorías:
La escala de calificación numérica está diseñada para ser utilizada por personas mayores de 9 años. Es una de las herramientas para valorar el dolor más utilizadas en el cuidado de la salud.
Si usa la escala numérica, tiene la opción de calificar verbalmente el dolor del 0 al 10. También puede colocar una marca en una línea que indique el nivel de dolor.
El cero indica la ausencia de dolor, mientras que el 10 representa el dolor más intenso posible.
La escala de dolor Wong-Baker FACES combina imágenes y números para clasificar el dolor crónico.
Puede utilizarse en niños mayores de 3 años y en adultos. Seis rostros representan diferentes expresiones, que van desde felices hasta extremadamente molestos. A cada uno se le asigna una calificación numérica entre 0 (sonriendo) y 10 (llorando).
La escala de dolor FLACC (cara, piernas, actividad, llanto y consolabilidad) se desarrolló para ayudar a los observadores médicos a medir el nivel de dolor en niños que son demasiado pequeños para cooperar verbalmente. También se puede utilizar en adultos que no pueden comunicarse. La escala FLACC como varias de las herramientas para valorar el dolor, se basa en observaciones. Se asignan de cero a dos puntos para cada una de las cinco categorías. La puntuación total se registra de la siguiente manera:
0: Relajado y cómodo
1 a 3: Molestias leves
4 a 6: Dolor moderado
7 a 10: Incomodidad / dolor severo
CRIES evalúa el llanto, la oxigenación, los signos vitales, la expresión facial y el insomnio. A menudo se usa para bebés de 6 meses de edad y menores. Es ampliamente utilizado en el entorno de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Esta herramienta para valorar el dolor se basa en observaciones y mediciones objetivas. Es calificado por un profesional de la salud, como una enfermera o un médico. Se asignan dos puntos a cada parámetro. Una calificación de 0 significa que no hay signos de dolor. Una calificación de 2 significa que hay signos de dolor extremo.
La escala COMFORT es una escala de dolor que puede usar un proveedor de atención médica cuando una persona no puede describir o calificar su dolor. Algunas de las poblaciones comunes con las que se podría usar esta escala incluyen:
La escala COMFORT proporciona una calificación del dolor entre nueve y 45 según nueve parámetros diferentes.
Las escalas de dolor pueden ayudar a los médicos a determinar cuánto dolor está experimentando y el impacto que tiene sobre el paciente. También pueden ayudar a definir el dolor en términos de comprensión mutua.
Independientemente, las herramientas para valorar el dolor ayudan a garantizar una mejor comunicación entre un proveedor de atención médica y un paciente para que se pueda establecer un diagnóstico y un plan de tratamiento del dolor crónico adecuados.